Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al usar el sitio web, usted consiente el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Por favor, haga clic en el botón para consultar nuestra Política de Privacidad.

Sánchez esquiva el debate parlamentario sobre el gasto militar

https://estaticosgn-cdn.deia.eus/clip/d61fa961-8d79-4f9a-ba8e-f9ce64442dca_16-9-discover-aspect-ratio_default_0_x998y411.jpg

El líder del Gobierno en España, Pedro Sánchez, ha admitido por primera vez que «probablemente no» presentará ante el Congreso de los Diputados la discusión acerca del incremento del presupuesto militar propuesto para cumplir con los compromisos asumidos con la OTAN y la Unión Europea. Esta afirmación, realizada en una serie de encuentros con delegados de varios partidos políticos, revela las complicaciones que el Ejecutivo encuentra para lograr un consenso sobre este tema en un contexto político caracterizado por la división y los desacuerdos.

El vocero del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Néstor Rego, planteó directamente a Sánchez la pregunta de si el incremento del presupuesto de defensa se discutiría en el Parlamento. Como respuesta, el presidente reconoció que, por el momento, la estrategia del Gobierno es eludir el Congreso para prevenir un posible estancamiento. Esta actitud pone de manifiesto las tensiones existentes dentro de la coalición gubernamental y con los aliados en el Parlamento, muchos de los cuales han expresado su oposición a destinar más fondos al sector de defensa.

Un panorama de discordias internas y externas

Un escenario de divisiones internas y externas

La propuesta de aumentar el gasto militar ha sido recibida con escepticismo por varios de los socios de investidura de Sánchez. Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), expresó su desacuerdo con la medida y criticó la falta de información proporcionada por el Ejecutivo. Según Rufián, el Gobierno no ha justificado suficientemente ni las cifras propuestas ni el ritmo de incremento del presupuesto, lo que genera dudas sobre la necesidad de este gasto adicional.

Mientras tanto, Podemos, representado por su secretaria general, Ione Belarra, asumió una posición aún más categórica al calificar el incremento del gasto militar como un «error catastrófico». Belarra criticó al Gobierno por dar prioridad a una «deriva belicista» que podría poner en peligro el Estado del bienestar y los derechos sociales en España. Señaló que esta decisión «cava la tumba» del propio Ejecutivo al alinearse con políticas que, según su opinión, benefician a la derecha y la extrema derecha.

Respaldo reducido y cuestionamientos estratégicos

A pesar de que la mayoría de los aliados de Sánchez han expresado reservas, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha adoptado una postura más afín al Gobierno. Aitor Esteban, portavoz del PNV, respaldó la necesidad de un enfoque armonizado a nivel europeo y destacó la relevancia de que España honre los compromisos asumidos en defensa. Sin embargo, también admitió que aún se requiere mayor claridad sobre los detalles del plan para aumentar el presupuesto.

Simultáneamente, Junts per Catalunya describió los encuentros con Sánchez como «informativos» y optó por no adoptar una postura definitiva hasta que el Gobierno aclare su plan de acción. Este partido, al igual que otros, demanda transparencia y asegurarse de que el incremento del gasto no perjudique otras áreas importantes del presupuesto estatal.

En paralelo, Junts per Catalunya calificó las reuniones con Sánchez como «informativas» y evitó tomar una posición definitiva hasta que el Ejecutivo aclare su hoja de ruta. Este partido, al igual que otros, exige transparencia y garantías de que el aumento del gasto no afectará otras áreas prioritarias del presupuesto público.

Por primera vez, en un evento sin antecedentes, EH Bildu fue convocado a una reunión en el Palacio de La Moncloa, como parte de las sesiones informativas de Sánchez. Este acercamiento del Gobierno hacia el grupo abertzale ha sido objeto de críticas por parte de la oposición, pero indica el esfuerzo del Ejecutivo por aumentar su base de respaldo en un periodo de alta tensión política.

EH Bildu, considerado como uno de los aliados más leales del Gobierno en esta legislatura, manifestó su inquietud por el incremento del gasto en defensa, aunque también se mostró abierto a considerar las propuestas del Ejecutivo. La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, indicó que el contexto internacional exige una reflexión sobre la política de defensa, pero enfatizó que cualquier decisión debe tomarse con responsabilidad y claridad.

Un trayecto incierto hacia el 2% del PIB

La promesa de España a la OTAN de dedicar el 2% del PIB al gasto en defensa continúa siendo una cuestión polémica. Según Sánchez, el aumento se implementará de manera gradual, aunque aún no ha detallado las cifras ni el cronograma para lograr esta meta. Esta falta de información ha suscitado críticas tanto dentro como fuera del Congreso, ya que muchos opinan que un tema de tal relevancia debería ser ampliamente debatido en la Cámara Baja.

El Partido Popular (PP), por su parte, ha censurado al Gobierno por no tener un plan definido en cuestiones de defensa. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, expresó su pesar por la falta de una estrategia concreta por parte de Sánchez para justificar el incremento del presupuesto militar, y afirmó que esta carencia de planificación hace «imposible» llegar a acuerdos en un tema tan sensible.

Una decisión táctica con repercusiones políticas

La elección de Sánchez de eludir el Congreso para discutir el incremento del gasto militar evidencia no solo las complicaciones para lograr consensos, sino también la estrategia del presidente para preservar la estabilidad de su Gobierno en un momento crítico. No obstante, esta postura podría tener implicaciones a largo plazo, ya que podría percibirse como una falta de transparencia y de disposición para incluir a todas las fuerzas políticas en decisiones cruciales para el país.

La decisión de Sánchez de evitar el Congreso para debatir el aumento del gasto militar refleja no solo las dificultades para construir consensos, sino también la estrategia del presidente para mantener la estabilidad de su Gobierno en un momento crítico. Sin embargo, esta postura podría tener consecuencias a largo plazo, ya que podría interpretarse como una falta de transparencia y de voluntad para involucrar a todas las fuerzas políticas en decisiones clave para el país.

En un contexto internacional marcado por tensiones geopolíticas y el conflicto en Ucrania, España enfrenta el desafío de equilibrar sus compromisos internacionales con las demandas internas de una sociedad que prioriza la inversión en políticas sociales. El desenlace de este debate será crucial para el futuro de la legislatura y para la capacidad de Sánchez de mantener el apoyo de sus socios parlamentarios en los meses venideros.

Por Otilia Adame Luevano

Deja una respuesta

También te puede gustar