La economía de México está pasando por un momento complicado en el año 2025, caracterizado por varios retos que han creado una atmósfera de incertidumbre tanto a nivel nacional como internacional.
Análisis de las estimaciones sobre el crecimiento económico
Distintas entidades financieras y organismos globales han modificado sus previsiones sobre el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de México para este año. La Secretaría de Hacienda había proyectado anteriormente un crecimiento del PIB entre el dos y el tres por ciento,
organizaciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han estimado un crecimiento más conservador, ubicándolo cerca del uno punto cinco por ciento. Esta diferencia muestra las variadas opiniones sobre el desarrollo económico del país. EGADE Business School
Elementos que impulsan la incertidumbre económica
Entre los factores que han provocado este ambiente de incertidumbre sobresalen:
Entre los elementos que han generado este clima de incertidumbre destacan:
Escenarios alternativos y riesgos vinculados
Además del escenario principal, se contemplan alternativas que podrían impactar aún más la economía mexicana:
- Escenario adverso: En este contexto, con una probabilidad calculada en un veinte por ciento, se presentaría una recesión técnica, con dos trimestres seguidos de contracción económica. Esto conduciría a un crecimiento del PIB nulo y a una inflación alta, alrededor del cinco por ciento. La aplicación de aranceles por parte de Estados Unidos empeoraría este panorama, perjudicando tanto a México como a su socio comercial.
Proyecciones y acciones sugeridas
Perspectivas y medidas recomendadas
A pesar de los desafíos, se espera que el Banco de México continúe con su política de reducción de tasas de interés para acercarse a una postura monetaria neutral. Esta medida busca aliviar la presión sobre la actividad económica y fomentar condiciones más favorables para el crecimiento.
Es crucial que el gobierno y las empresas adopten estrategias para mitigar los riesgos asociados con las amenazas arancelarias y la desaceleración económica. Las negociaciones diplomáticas y comerciales deben intensificarse para evitar medidas proteccionistas que puedan perjudicar a ambas economías. Asimismo, se deben implementar políticas que estimulen la inversión y el consumo interno, promoviendo la creación de empleos y el desarrollo de sectores estratégicos como la construcción.